En las primeras décadas de las colonias, se decía que los lobos causaban grandes daños entre el ganado, especialmente entre los corrales. Por orden del Comité de Bienestar se celebraban anualmente en abril o mayo cacerías generales de lobos con carros y caballos. Éstas tuvieron como efecto que, desde 1890 aproximadamente, los lobos fueran raros en las colonias alemanas.

Las crónicas de Alt-Posttal y Beresina (ambos pueblos vecinos de Krasna) informan sobre la caza. El autor no ha encontrado pruebas de que en Krasna se cazara a gran escala. Josef Erker aún recuerda las cacerías de liebres emprendidas por su padre. En los últimos años, la cacería fue arrendada; el arrendatario de la cacería vivía en Tarutino.

Según diversas fuentes, en los ríos esteparios vivían relativamente pocos peces. Esto se debía principalmente a que los arroyos y ríos se secaban más o menos por completo en verano. No obstante, había algunas personas en Krasna -sobre todo jóvenes- que sabían pescar en el Kogälnik con la ayuda de artes de pesca de fabricación propia.